Por: Antonio F. Araujo M.
¡Libertad!
gritan los pueblos en muchos países
Esa
fue la lucha por la que se secaron nuestras raíces;
por
un mundo libre de pobreza,
cuando
alimentar los pueblos son sólo promesas.
Libertad
que proviene de la sed de millones de corazones.
Sociedades
que día a día a la basura echan millones.
Cuando
a la luna vamos y casi a Marte llegamos;
y en
nuestras mesas, un lunes, ni siquiera a desayunar
alcanzamos.
¿Libertad?
Cuando el comunismo, el capitalismo,
el
socialismo, la religión y el consumismo;
son
un laberinto embarrado por el mismo
estiércol
que abonan
los cogollos de la desesperanza,
y humedecen
los ríos de la vanidad de quien los proclama.
¡Libertad!
gritan los niños en sus campos de juego;
¡Ahí
va el avión! dejando en su aliento las ráfagas de fuego.
Jugando
a la guerra, viendo caer sus cuerpos.
¿Libertad?
¡Libertad! con bombos y platillos es lo que suena,
como
una canción de moda que se toca en las ferias.
Dejando
correr sólo la música, sin que nadie entienda sus letras.
