sábado, 20 de enero de 2018

¡Llorad! ¡Llorad!

Por: Antonio F. Araujo M.

El vacío de la noche que sólo deja el llanto
de las bombas lacrimógenas, y las lágrimas
de las madres cuyos hijos no regresan.

Han sido avasallados por la maldad
de quien gobierna las tanquetas. 
Por la mano fuerte de la dictadura,
que con su yugo despiadado asesina las protestas.

¡Llorad! ¡Llorad! sin ninguna vergüenza.
Las lágrimas no se secarán,
aunque el alma se desvanezca.

¡Llorad! ¡Llorad! sin temor a la tristeza,
Las almas de vuestros hijos
descansarán en la lucha de quien les preceda.

¡Llorad! ¡Llorad! hasta que la ira desenfurezca.
Hasta que los tambores de la libertad

caminen en el campo que una vez fue primavera.


África

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